sábado, 25 de febrero de 2012

¿QUE PASO REALMENTE EN EL PUENTE HUAYOPAMPA EL 23 DE FEBRERO DE 1812?

¿QUE PASO REALMENTE EN EL PUENTE HUAYOPAMPA EL 23 DE FEBRERO DE 1812?

Mg. Roger Vidal Roldan.

Diario Ahora, jueves 17 de noviembre de 2011.


Este corto episodio o pasaje histórico que aconteció en la mañana del 23 de febrero de 1812, a nuestra opinión, tiene mucha importancia para poder re construir el suceso histórico ocurrido, y que nos aproxime a la verdad, muchas veces difícil de ser lograda y aceptada, sobre todo por los acérrimos regionalistas huanuqueños subjetivos y románticos. Sobre el particular, existen muchas interrogantes que podríamos proponer a los investigadores contemporáneos. Por razones de espacio, solo, realizaremos la siguiente interrogante ¿Porqué motivos el sacerdote Marcos Duran Martel confía más en el criollo Domingo Berrospi y no en los líderes indígenas? La participación oportunista de Domingo Berrospi se remonta a días anteriores al 23 de febrero. Este cuestionado y traidor personaje a la revolución de Huánuco de 1812 aparece en el escenario histórico en la mañana del 23 de febrero, en las inmediaciones del puente Huayopampa, junto al sacerdote Marcos Durán Martel.


El religioso agustino muy temprano celebró misa en la capilla de Guayao pampa. Terminada esta homilía, propuso a los insurrectos traer desde la ciudad de León de Huánuco al criollo Domingo Berrospi, para que sea su Jefe Político y Militar. Efectivamente, cruzando dicho puente colgante, el conocido criollo, ingresa a dicha capilla, para, a los pocos minutos, rápidamente la abandona y antes, manifiesta que volverá dentro de dos horas. Respecto a este interesante hecho ocurrido declara el procesado revolucionario Francisco Pérez:
“ ... El confesante vio… dos difuntos, causados por dichos indios, y a este tiempo llegó á la capilla inmediata el padre agustino Fray Marcos Duran Martel, y al tumulto de indios que havía les dijo , que les daría misa, y que la oyesen, y en efecto la oyeron, y luego después tiró á apaciguarlos, proponiéndoles que si querían por su Jues á Don Domingo Berrospi… (Pérez, en Revolución de Huánuco de 1812, 1971: pp. 85,86, Volumen Dos). El ánimo de los insurrectos indígenas panataguas se encontraban muy agitadas, y peor, era la de los indígenas del frente, es decir del lado izquierdo del rio Huallaga y de la capilla Huayopampa, que se habían posesionado del camino que conduce a la ciudad a de Huánuco. A estas horas difíciles del 23 de febrero, día del inicio de la insurrección indígena rural, se podría decir, que la situación le era muy difícil al sacerdote Duran Martel, ya que él, en las semanas anteriores, junto al criollo Domingo Berrospi , fueron los que incitaron a los indígenas para que marchasen a la ciudad de Huánuco. Creemos nosotros, que solo, Duran Martel, no podría dar una salida o solución rápida a este grave e incontrolable problema político y social, nunca visto en esta sub delegación de Huánuco.


Solo así, entenderíamos, porque apresuradamente llamó a su socio insurrecto, Sr. Domingo Berrospi, que estaba en la ciudad de León de Huánuco. Este entendimiento de ambos caudillos criollos, nos lleva a sospechar que no confiaban de verdad en los alcaldes indios panataguas y menos en los insurrectos radicales que venían desde los pueblos de Quera, Pachabamba y Churubamba ,bajo el liderazgo del mestizo José Conteras.

Respecto a este interesante hecho y notorias contradicciones inter clases de los insurrectos, se tiene la opinión del testigo A. Rodríguez: “ ... fue allá Fray Marcos Duran Martel y les dio misa á los indios, y después de ella les dijo que bendría su General ... y que a poco rato vió en ese parage de la capilla á Fray Marcos, Don Domingo Berrospi, el padre Ureña, Valentín Urtado, y el tuerto Albarado; que al pasar don Domingo por junto al puente, quisieron los de de esta banba tirarle piedras, y que los de la otra gritaron para que no tirasen piedras disciendo ay viene el General ... oyó fue que quando don Domingo llegó a la capilla le digeron los indios, sí tú eres nuestro General, paganos dos mil pesos de la plata de los chapetones. ... se retiró don Domingo disciendo que se detuviesen, que el volvería con bandera... que mucho después por que unos indios que estaban en esta banda gritaron disciendo que venía el General. Se dirigieron todos y se encontraron con Don Domingo Berrospi ... y lo único que se persivió fue que don Domingo les dijo : “bayan pues que almorsarán la casa de los chapetones “ que también estuvieron en ese parage su padre don Manuel, Fray N. Ureña, el prior dominico Fray Marcos Duran Martel ...”. Rodríguez, en Rev. Huánuco de 1812, 1971: pp. 278, 279, Seg. Vol.). En el testimonio del insurrecto A. Rodríguez, se puede percibir claramente, que existen dos grupos o bandos de indígenas.


Unos que apoyan como su nuevo General, al criollo Domingo Berrospi, y el otro, de la margen izquierda del rio Vilcomayo o Huallaga, que son sus opositores definidos. Creemos, que este testimonio es para nosotros muy esclarecedor y que nos permite saber, el desarrollo y posterior direccionalidad que tomará la naciente insurrección campesina rural, y nos permite a detectar la actitud oportunista y acomodadiza que asumieron estos criollos huanuqueños, a quienes algunos historiadores les brindan muchas lisonjas y loas inmerecidamente.

La declaración del revolucionario José Sánchez respecto a este pasaje polémico de la historia de Huánuco, que analizamos es bastante elocuente: “Que á poco rato se apareció Fray Marcos Martel con su estola, y les dijo misa amonestándolos para que no entrasen á esta ciudad, y que volviéndose á preguntar los indios por su general, les contesto Fray Marcos desciendo que su General hera Don Domingo Berrospi que entraba con Hurtado... que a Berrospi le quisieron tirar hondazos, y balas al huir al puente lo que impidió Fray Marcos, avisandoles que era el General el que iba. Que Berrospi entró abrasandolos y que los indios hiceron lo mismo con él, y que a estos les dixo (Duran) ,que una vez que lo havían nombrado de su General que le havían de obedecer .”.(J. Sánchez, en Rev. Huánuco de 1812, 1971; 428).

Marcos Durán Martel, al parecer en su proyecto sólo pretende cambiar a las malas autoridades españolas de Huánuco y Panataguas y no cuestiona el sistema colonial imperante de explotación de los indígenas, y por ello, confía más, en algunos mestizos escogidos de esta ciudad, tales como José Sánchez, Manuel Rodríguez, Francisco Rodríguez, José Tapia, Antonio Espinoza “ el limeño”, Manuel Reyes “Coco” ,Manuel Andrea, José Mirabal y Francisco Bustamante. Lo que no puede la población indígena, es comprender con claridad, porque el sacerdote Marcos Durán Martel en pleno inicio de la insurrección campesina, defiende a capa y espada a Domingo Berrospi ante los lanzamientos de piedras y críticas realizadas por el sector radical de los indios, conducidos por el naciente comandante guerrillero José Contreras en el extremo oeste del puente Guayopampa, en la mañana del 23 de febrero de 1812.

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